Hace miles de años alguién llegó a la conclusión de que la belleza era efīmera y que el cambio es inevitable . Te das cuenta de la importància de los recuerdos y que el hecho de que algo no va a durar toda la vida, no significa que tiene menos valor quizàs solo fue una racionalización. Para el alma es mås fàcil así que lamentar de lo que pudo haber sido la vida no vivida. Uno mismo decide si vivir de los recuerdos, decide creer en ellos. Somos niños cambiamos a ser adolescentes y terminamos siendo ancianos. De cada etapa debemos alimentarnos de lo fructífero y feliz que hayamos vivido. Desechemos lo malo y de està única vida que tenemos aprovechenos el presente y disfrutemos.
domingo, 11 de febrero de 2018
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