miércoles, 25 de enero de 2017

jubilarse con dignidad

Hoy voy a hablaros de un cura. Un gran hombre que durante mas de sesenta años ha cumplido los deseos de miles de personas haciendo bautizos,comuniones,bodas,bodas de plata,de oro, entierros. Un hombre que nunca dice NO y te sabe escuchar y te aconseja, y es como un padre cuando lo necesitas. Los años lo han permitido seguir con su gran vocación por Dios y el ser humano. Por desgracia a sus casi noventa ańos aparece el alzehimer, ese bichito que te va quitando los recuerdos lentamente. Ese bichito inocente que no te quita tu infancia y tu inocencia y en él mismo  te sumes sin saber que poco a poco, quizás, olvidarás quién soy.  Entonces te miraré y lloraré en silencio mientras tú me premiarás con tu inocente sonrisa. Quisiera poder ayudarte más , quisiera que los demás feligreses no te vean perdiendo  facultades domingo tras domingo. Últimamnete al terminar la misa me preguntan cómo  es que te repites o me preguntas como tu ayudante que és lo que sigue de la misa  y yo te digo toca el Credo.... Rezo a Dios  para  que  él te guíe y sepa hacerte entender que esta larga vida  dedicada al sacerdocio ya toca  a su fin y puedas relajarte en tu casa  y dejar paso a la nueva generación. Gracias por todo,  tuya siempre.     Esther

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