Desde la madrugada los truenos y la lluvia me han dejado despierta y preocupada. El agua bajava escaleras abajo con una fuerza impresionante. El golpeo de la lluvia en las persianas parecia la traca final inacabable de una fiesta mayor. Junio alocado y con el edredón guardado no he podido evitar ir a por él, envuelto en su funda bajo la cama. El camisón sustituido por pijama y la ropa sexy esconsida hasta Dios dirá.
miércoles, 6 de junio de 2018
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