sábado, 1 de diciembre de 2018

Heráclito Y el cambio

Ver al cambio como lo propone Heráclito es quitarle su mala fama, abrir una mirada posibilitante sobre las modificaciones que se presentan y sobre todo, instalar la búsqueda de propósitos como actitud.
Temer los cambios, sufrirlos, creer que se está a merced de ellos, es construir mecanismos de defensa, desarrollar discursos agoreros e inmovilizarse por miedo a generar modificaciones .
Considerar que pueden ser caminos a recorrer, llaves para abrir posibilidades, sacudidas que hagan caer resistencias, es recibirlos, si vienen de improviso, o generarlos, desde la libertad de elección y la capacidad de aprendizaje.
Preguntar ¿para qué? antes que ¿por qué? , juzgar las oportunidades que abre antes que lo que ya no será igual, considerar las propias capacidades, habilidades y recursos como ayudas , son simples herramientas que están a la mano y aseguran una vivencia proactiva. 
¿Qué propone este cambio para mí? ¿Que habilita? ¿Que nuevas posibilidades abre?  son preguntas directas. Si ellas no salen, aunque sea empezar con ¿Qué puedo hacer? , pero no quedarse a merced de lo que sucede, y menos inmovilizado por lo que se teme, se supone, se cree que puede suceder.
Los cambios, desde la mirada de Heráclito, tienen un propósito.
Descubrirlo, reconocerlo y elegir y hacer a partir de él,  es subirse desde el protagonismo a las transformaciones y habilitar el disfrute, el crecimiento y el desarroll

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