Antiguamente los trastornos mentales eran un tema tabú, enfermedades como la depresión y la ansiedad se trataban en silencio por miedo a ser juzgados; en cambio en actualidad no es así, ahora es un tópico del que se habla libremente para poder ayudar a todas las personas que atraviesan por momentos difíciles.
Según la Organización Mundial de la salud, al menos 322 millones de personas en mundo sufren depresión, cifra que corresponde al 4,4% de la población mundial, aumentando un 18% en la última década.
Debido a este trastorno, a diario muchas personas toman la decisión que acabar con sus vidas, tal como Paige Hunter, una muchacha inglesa de 18 años que ya no le encontraba sentido a su existencia.
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Paige sufre depresión y trastorno de estrés postraumático, un tipo de ansiedad que se produce después de vivir un trauma emocional, y vivió un momento crucial que la hizo cambiar de opinión justo en el momento en el que estaba decidida a morir. Un pequeño gesto la hizo reflexionar y seguir adelante con su vida.
No quería salir de su cama ni juntarse con amigos, le aterraba la idea de salir a divertirse y sufrir un ataque de pánico en la calle.
Llegó a un punto crítico y se dirigió hasta el puente Wearmouth, ubicado en la ciudad de Sunderland en el Reino Unido para morir.
“Pasé por un trauma y tratar de hacer frente al impacto del trauma me destruyó por completo. Recuerdo estar parada en el borde de un puente, pensando en mi mente una y otra vez. No quería morir, solo quería que el dolor por el que estaba pasando dejara de existir”, dijo la chica a Love What Matters.
“Tienes el poder de decir, ‘así no es como mi historia terminará”.
Mientras estaba en el borde del puente debatiendo qué hacer con su vida, personal de la policía y del servicio de urgencias la ayudó a cambiar de parecer y salir de allí.
“Sentía que mi vida no valía la pena, pero estaba equivocada; cada vida es preciosa y tú vales mucho más de lo que piensas. Ahora no dejo que mi pasado defina mi futuro, sino que acepto lo que he pasado”, confesó Paige Hunter.
La ayuda que recibió en ese momento la motivó a devolver la mano y darle apoyo a personas que se sienten igual que ella con un pequeño, pero significativo gesto. “Últimamente, he visto publicaciones sobre personas que circulan por las calles y que ponen notas en los puentes. Entonces, decidí hacer algo similar en el puente Wearmouth, que no es exactamente el mejor lugar para mí, ya que ahí tuve mi experiencia”, dijo a Love What Matters
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