Por fin la primavera ha llegado para quedarse. Los pantanos rebosan agua y en algún lugar todavía hay nieve. Hoy he visto amapolas en los bordes de las calles, el verde de los prados y las hojas de las vids en los campos, este año puede ser un buen año de vino con tanta lluvia como ha caído y en el tiempo en el que ha sucedido. El sol calentaba mi espalda a través del cristal . Por un momento cerraba los ojos y dejaba de pensar. Todo era silencio. Todo era paz. Creí estar en las nubes, sólo por un momento . Hasta que la realidad me ha devuelto de nuevo a la tierra y el reloj seguía funcionando con su minutero; había pasado tan sólo doce minutos más o menos desde que cerré los ojos. Me pareció una eternidad. Mañana seguimos. Mañana la vida continuará sin saber qué nos deparará....
miércoles, 2 de mayo de 2018
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