Cuando tenemos 15 años queremos tener 18. Cuando tenemos 18 queremos comernos el mundo y tener 25 por la experiencia que se cree que uno tiene a esa edad. Cuando tenemos 40 tenemos la crisis de que ya se nos pasa el arroz y cuando llegamos a los 50 queremos vivir intensamente tras la monotonia de la vida. Pensábamos en no perder lo poco que nos queda por que vemos que muchos se pierden antes por el camino. Mueren sin llegar a jubilarse ni disfrutar . Somos comos los burros. Aprendamos a disfrutar ahora. Las pequeñas cosas las podemos hacer grandes. Aunque sea en nuestro íntimo mundo. Hoy soy feliz. Así, con optimismo, debemos y tenemos que encarar la vida.
sábado, 17 de noviembre de 2018
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