Creo afirmar que nunca surgirá una vida con sentido detrás de la seguridad de un trabajo no deseado sinó vinculando nuestras capacidades y pasiones con el quehacer cotidiano. Creo que el ėxito no llega por casualidad. Que por mucho que uno lucha a veces los caminos se tuercen y según tu entorno te hace que te tuerzas más. Aunque pensemos que ya es tarde para cambiar el rumbo, quizás no es cierto. Solamente hay que echarle un par de pelotas y agarrar el toro por los cuernos, luego Dios dirá. A veces hacemos las cosas más complicadas de lo que realmente debe ser. Y le das a la mente vuelta y más vuelta y el miedo te para y te congelas. No estás preparado para dar el cambio. Entonces... que esperas de la vida. La rutina. Esa rutina que te va quemando poco a poco y como un robot, vas despertando y haciendo todas las tareas del día. El silencio es tu ūnico aliado. Y el dolor se sufre en silencio tras una impotencia ingrata.
viernes, 27 de julio de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario