jueves, 18 de mayo de 2017

La muerte

Hoy he despedido a un compañero voluntario de setenta años afectado por ELA  y a quien apreciaba mucho puesto que estube tres años yendo a su casa con su mujer cada sábado y le ayudé en la mudanza a otra población. Hacia tiempo que él se daba cuenta de su deterioro y no quería vovir más, pero desgraciadamente la eutanasia aquí no es posible. Deberíamos luchar y poder decidir en cómo queremos morir. No más sufrimiento,  ni para el paciente ni para los familiares y amigos ,es horroroso. Es una pena ver perder cada dia a personas con las que tienes relación. No sabemos cuando nos tocará a nosotros....

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