viernes, 8 de septiembre de 2017

De noche todos los gatos son pardos

Hacia muchos años que no trabajaba de noche, las noches de los taxistas, la policia y los solitarios. Aunque se trabajen ocho horas de noche parecen el doble, interminable y pesada. El tiempo se detiene y el trabajo se multiplica, siempre hay cosas que hacer, o charlas que dar. A veces el silencio me encanta, otras me dá miedo, y a veces te transporta y te ensoñece. Hoy no he leido noticias, no he abierto la tele y me he sumergido en las sábanas blancas en busca del sueño interminable. De repente cualquier ruido me despierta, me doy la vuelta buscando la continuidad de aquella historia soñada aunque ya, ni recuerdo. No soy yo, pero ya me encontaré, al menos lo intentaré. Y cuando me encuentre quizás decidiré esconder la llave de la noche para no regresar.

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